Las variantes del coronavirus detectadas en Reino Unido han hecho saltar todas las alarmas y arruinado una Navidad que esperaba ser tranquila. No obstante, según afirman los expertos, los cambios no parecen dañar elementos estructurales del virus, por lo que la eficacia de las vacunas, no se vería afectada.
No es, sin embargo, la primera ni la última variación del Covid-19, de hecho España ha registrado 39 mutaciones del virus, que se suman a las más de tres mil localizadas a nivel mundial. Todas ellas registradas en la base de datos GISAID.
Gisaid es el acrónimo deGlobal Initiative on Sharing All Influenza Data (Iniciativa Global para Compartir Datos sobre Influenza), un organismo, sin ánimo de lucro, encargado de compartir datos de las distintas gripes entre la comunidad científica de todo el mundo.
Al inicio surgió como un proyecto para compartir datos sobre la gripe aviar debido a la intención de fomentar el intercambio internacional de todos los datos del virus y publicarlos, pero se convirtió en un mecanismo indispensable para compartir la secuencia genética de todas estas enfermedades.
La rápida propagación de enfermedades letales es un desafío global, por lo que para luchar efectivamente contra ellas se necesita una respuesta coordinada, de ahí la importancia de estas plataformas, que permiten crear una base de datos de los virus, accesibles para todos, y que ayuden a luchar contra las pandemias como las del coronavirus.
Como la propia plataforma reconoce en su web, antes de su aparición «muchos científicos dudaban en compartir sus datos a través de archivos de datos tradicionales de dominio público», además muchos gobiernos se preocupaban por «la pérdida de cualquier derecho de propiedad intelectual que pudiera residir en dichos datos» además querían que los países de «ingresos medios y bajos» pudiesen desarrollar el conocimiento suficiente para administrar la cura de ciertas enfermedades.
Por todo ello la Iniciativa GISAID tomó en cuenta estas preocupaciones y lanzó en 2008 la base de datos de acceso abierto EpiFlu ™, como una alternativa a los archivos tradicionales de dominio público como GenBank, donde el acceso a los datos se realiza de forma anónima y los derechos de los remitentes no están protegidos.
Como ya hemos dicho, a día de hoy hay 3.611 variantes del genoma del SARS-CoV-2 registradas a nivel internacional, de las cuales casi 40 fueron en España, por lo que la variante registrada en Reino Unido no es la primera. De hecho, en Europa ya se registraron distintas mutaciones a principio de año, a la que habría que sumar la registrada en Nepal en enero de 2020, la segunda variante del coronavirus conocida después de la de Wuhan.
Sin embargo, si la mutación británica ha hecho saltar las alarmas es porque, como explican en este artículo de Eldiario.es ha cambiado al menos 17 veces, algo que no tiene precedentes en la comunidad científica.
Pese a todo, conviene no confundir cepa con variante registrada. Actualmente, las distintas versiones que han surgido del Covid-19 siguen siendo de la misma cepa, como reconocen los expertos. En este artículo de Newtral, te lo explican bastante bien.
La importancia de GISAD quedó demostrada en la lucha contra otras grandes enfermedades como el ébola. Y es que registrar las variantes que va generando el coronavirus resulta fundamental para poder conocerlo mejor y, en cosecuencia, destruirlo.
De hecho, una de las ventajas que aporta el registro del virus es comprobar que su mutación es mucho menor que la de la gripe común o el VIH, enfermedades que, precisamente por su cambio constante, dificultan mucho la existencia de una vacuna.
Al registrar las distintas variantes de cualquier virus, en GISAID o en otras plataformas similares como Nexstrain, se crea una especie de libro en el que ver las diferencias que se han producido en el virus, lo que ayuda a seguirle la pista y ver, entre otras cosas, cómo se ha ido desarrollando, pudiendo así afirmar si el virus entró o no en España a través de Italia (si las mismas variantes se registran en periodos similares en ambos territorios) o a partir de qué época llegó a nuestro país (primera mutación registrada).
El GISAID es, sin duda, una herramienta fundamental, ya que permite conocer más en profundidad cómo se comporta el virus en cuestión y eso nos ayudará a detenerlo.